Hasta ahora, el único equipo que se mantiene invicto, después de la semana ocho, es Pittsburgh.
Esto incluso después del enfrentamiento contra Baltimore el domingo pasado, cuando todos creíamos que iba a ser un partido complicado, ya que las actuaciones de Ravens los colocaron como uno de los equipos más fuertes de la AFC North.
Pero no fue así. El partido estuvo bastante movido desde el primer cuarto, y por una combinación de errores de Lamar Jackson y el liderazgo de “Big Ben”, los Steelers pudieron hacerse de la victoria con una diferencia de únicamente cuatro puntos en el marcador (28-24).
Si bien los marcadores de los juegos ganados no han sido aplastantes -más que el encuentro contra los Browns-, el desempeño del Pittsburgh definitivamente merece los reflectores. Aunque el comienzo de la temporada, pareció fácil enfrentándose a equipos como New York Giants, Denver Broncos, Houston Texans y Philadelphia Eagles, los partidos posteriores se han enfrentado con equipos igual de competitivos que la franquicia, como los Cleveland Browns, Tennessee Titans, hasta llegar al anterior partido del domingo.
Por si fuera poco, para la siguiente semana, nuevamente se van a enfrentar con una de las escuadras más importantes en la historia de la NFL: Dallas.
El año pasado, los Steelers perdieron a su líder ofensivo Ben Roethlisberger, mientras que esta temporada los Cowboys sufrieron el mismo destino. Cuestión que parece tener a Dallas pendiendo de un hilo.
La ausencia de Dak Prescott a partir de la semana cinco, debido a una lesión, parece haber dejado desamparados a los jugadores, que después de eso no han podido ganar un sólo partido y actualmente se encuentran con marca de 2 partidos ganados y seis perdidos en la AFC East, sólo por encima de Eagles.
Dallas tiene la quinta peor defensiva de la liga al haber permitido 3 mil 79 yardas en lo que va de temporada y una línea ofensiva que ha sido parchada una y otra vez debido a las constantes lesiones, factores que empeoran un poco más su situación ante la ausencia de su quarterback estelar.
Ya veremos cómo se desempeña el encuentro del próximo domingo, entre estos dos monstruos, sin embargo, no olvidemos que sólo una vez en su historia, Pittsburgh había iniciado una temporada ganando sus primeros siete juegos, fue en 1978, cuando además, precisamente fue a los Dallas Cowboys a quienes les arrebató el Super Bowl XIII.
La balanza definitivamente se inclina hacia los acereros y la tensión estará a flor de piel.