Las carreras permitirán alrededor de un 30% de aforo para espectadores; sin embargo los boletos no estarán a la venta general, por lo que alrededor de 10 mil entradas por día se regalarán a los aficionados a través de distintas dinámicas diseñadas tanto por instituciones públicas como privadas, con el propósito de que muchas de las personas que han trabajado en la primera línea de atención médica durante la pandemia tengan la oportunidad de asistir al Eprix de Puebla como un reconocimiento a su labor.
“Puebla siempre ha estado en nuestra mira desde que llegamos a México por primera ocasión hace cinco años. Ahora que el Autódromo Hermanos Rodríguez está en labores de apoyo como un hospital para atender a pacientes con COVID-19, decidimos retomar la idea de considerar a Puebla como una sede del serial”, comentó Álvaro Buenaventura, director comercial de la Fórmula E para América Latina. “Es una ciudad que cumple con los requisitos y valores de la categoría, con un autódromo con todas las características FIA”, agregó.
El espectáculo de la máxima categoría de autos eléctricos regresará a México acompañada del protocolo burbuja establecido por la organización de la Fórmula E, la cual incluye un constante monitoreo de todos los involucrados en la realización de las carreras a través de pruebas de diagnóstico PCR, así como medidas de sana distancia y permanente desinfección de espacios comunes.
Para la celebración de la Fórmula E en Puebla, el Autódromo Miguel Abed mantendrá su trazado original bajo el cual también se corrió el Campeonato Mundial de Turismos (WTCC), aunque con ligeras modificaciones, las cuales en próximos días recibirán el visto bueno y la homologación actualizada por parte de la FIA con miras al serial eléctrico.
“Utilizaremos la versión corta del circuito, la cual consta de 2.9 kilómetros y que es el trazado original con el que recibiremos la certificación grado 3 eléctrico para esta carrera”, explicó Jorge Abed, secretario general de OMDAI FIA México.