Perfecto partido de Tampa Bay, bloqueó completamente a Kansas City

Autor: Imagen Sports

febrero 8, 2021

Tampa Bay no era el favorito, sin embargo dió un partido magnífico, digno de Super Bowl.

Los Tampa Bay Buccaneers cerraron todas las carreras largas y a los explosivos receptores abiertos de los Kansas City Chiefs.
El potente brazo de Patrick Mahomes debió conformarse con pases cortos a la zona intermedia mientras era maltratado físicamente por una línea defensiva incansable en una paliza de 31-9 para que Tampa Bay se coronara por segunda vez en su historia.

Tom Brady logró su séptimo anillo, sin embargo, la victoria de los Buccaneers se explica a través de una multitud de factores que no necesariamente dependieron del veterano quarterback.

La estrategia implementada, fue sencillamente perfecta. Para empezar, la defensiva. Nunca en la joven trayectoria de Mahomes como quarterback de NFL, había sido limitado un dígito en el marcador, pero eso fue justamente lo que hicieron los pupilos del coordinador defensivo Todd Bowles.

Limitando sus jugadas de carga –que a cuentagotas fueron efectivas contra MahomesBowles fue capaz de crear presión constante sobre el pasador a lo largo de toda la noche. El linebacker externo Shaquil Barrett fue incansable, atacando desde diversos puntos en la formación, y en varias ocasiones el masivo Vita Vea se colocó en la orilla, aprovechando la presencia del tackle reserva Mike Remmers cuidando la espalda de Mahomes

Después, estuvo Devin White, posiblemente el mejor jugador del partido, imponiendo condiciones en toda la zona intermedia, de lateral a lateral. Con la sombrilla profunda conformada por los safeties Jordan Whitehead y Antoine Winfield Jr. –quienes estuvieron en duda para el juego por lesiones– White tuvo la libertad para patrullar con libertad, y a menudo derribó de inmediato los pases que los Chiefs lograron completar, ya sea con el ala cerrada Travis Kelce o el receptor abierto Tyreek Hill, quien cobró protagonismo hacia el final. En el cuarto periodo, White consiguió una jugada atlética espectacular, interceptando un pase de Mahomes dirigido a Kelce en las diagonales.

Finalmente, los esquineros nunca se vieron retados en carreras de velocidad pura contra HIll y Mecole Hardman, principalmente, porque siempre contaron con la ayuda de los safeties, de White, o del linebacker Lavonte David, quien ayudó a cerrar los espacios con eficiencia.

Después, está el eficiente desempeño ofensivo de los Buccaneers. Insistiendo, como han hecho a lo largo de toda la temporada, con jugadas por tierra en primeros downs, Tampa Bay fue desgastando paso a paso la defensiva de los Chiefs que, hacia el final lucía, desinteresada y extraviada. Los Bucs utilizaron una combinación eficiente de pases pantalla y pases con engaño de carrera para crear espacios en la defensiva, y en múltiples ocasiones, los backs defensivos de los Chiefs se quedaron sin otro recurso más que sujetar, ilegalmente. Esos pañuelos únicamente generaron oportunidades en terreno corto para Tampa Bay, y a partir de allí, el marcador se abrió sin regreso.

Después, está la otra parte de la ecuación: por un lado, no hay que cometer errores, pero por el otro, hay que saber aprovechar los ajenos.

Kansas City tuvo dificultades desde el inicio del partido en equipos especiales con despejes alarmantemente cortos, y más tarde, la defensiva claramente perdió concentración con los pañuelos por interferencia de pase. Entre posiciones favorables en el terreno de juego, y ayuda para prolongar series ofensivas, Brady fue altamente efectivo, pero la realidad es que no se vio tan exigido como en otros partidos. Después de todo, lanzó solamente 201 yardas para conseguir sus tres touchdowns, y no fue interceptado en la noche. La única vez que los Chiefs le pusieron las manos a un pase suyo, uno que aparentemente había robado Tyrann Mathieu, la jugada fue negada por castigo.

Hasta el día de ayer, los Chiefs habían sido expertos en explotar la velocidad a su favor. Sin embargo, un equipo dirigido de acuerdo al viejo librito, uno que predica una defensiva férrea que cede espacios cortos, pero nada largo, que no manda muchas cargas, y que corre el ovoide para abrir el resto del libro de jugadas, pudo más, controló y definió el partido, hasta conseguir el tan preciado Vince Lombardi.

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