Cuando llegó a Brooklyn, los medios y las redes sociales pronosticaban que Harden se convertiría en un actor secundario de la duela, esto atribuido al sobrepeso que en ese entonces era notorio en el basquetbolista.
Sin embargo, parece que estos dimes y diretes fueron lo que le dieron coraje a Harden, quien haciendo gala de su talento volvió a la guerra por conseguir el anhelado título de la NBA que tanto le ha negado, convirtiéndose en el líder de una constelación en la que brilla más que nadie.
Ya en la temporada 2017-2018, Harden se consagró como el Jugador Más Valioso de la liga y desde entonces ha sido líder anotador en cada una de las tres campañas.
Pero en su deseo de lograr un título fue que Harden se mudó de Houston a Brooklyn para sumarse a otros dos grandiosos jugadores como Kevin Durant y Kyrie Irving, pero todo el bullying recibido por su peso y su presunto rol secundario que adquiriría con los Nets, lo convirtió en el combustible que necesitaba para inclusive entrar en el debate sobre si merece ser considerado a aspirar por su segundo MVP.
Recientemente, en un encuentro ante los Pistons, el jugador de 31 años alcanzó el partido número 31 de su carrera con al menos 40 puntos y 10 rebotes. En la historia de la liga, sólo hay otros dos con mejores marcas: el inigualable Oscar Robertson con 32 y la leyenda de los Chicago Bulls y patrimonio de la NBA, Michael Jordan, con 33.
De esta forma, Harden silencia a las voces que aseguran, no responde en momentos importantes. En los 31 partidos que ya disputó con la camiseta de los Nets desde que fue traspasado desde Houston, Harden tiene números que confirman su gran momento y su importancia en cancha. Promedia más de 25 puntos, casi nueve rebotes y 11.5 asistencias. Con él, Brooklyn tiene marca de 24-7 y actualmente se ubica en la segunda posición de la Conferencia Este con registro de 31 victorias y 15 derrotas.
Por más que Harden se haya autoproclamado como el favorito para ganar la condecoración al mejor jugador de la campaña regular, lo cierto es que con la ausencia de LeBron y Anthony Davis por lesión y la ligera baja de juego de Giannis, Nikola Jokic y Joel Embiid, parecen ser los más serios contendientes a rasurar ‘La Barba’. Aunque después de todo, el egresado de Arizona State parece tener la mira puesta aún más alto, con Las Finales como su gran obsesión y única preocupación, más allá del trashtalking.