Incluso a 21 años de su retiro, el quarterback del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, sigue siendo el hombre en Miami.
«Fui capaz de jugar aquí por tanto tiempo y ver que a los fans todavía les importa después de este tiempo. Es especial y lo amo», dijo Marino en una entrevista. «Es importante para mí. Estoy feliz de que todavía lo hagan».
Pero, Marino también sabe que la presión de reemplazarlo ha crecido al tiempo que los Dolphins han fracasado una y otra vez en el último par de décadas durante su búsqueda por un nuevo quarterback franquicia. Miami ha tenido a 22 quarterbacks titulares desde que Marino se retirara en el 2000, y el actual —Tua Tagovailoa— posee el potencial para ser la respuesta.
Tagovailoa tiene poder de estrellato, finalizando entre los cinco mejores jerseys vendidos en su temporada de novato. Ya es un héroe de culto en Hawaii y Alabama, donde nació y jugó al fútbol americano colegial, respectivamente. Pero, después de una campaña de novato de altibajos (14 touchdowns contra cinco intercepciones con una marca de 6-3, pero un promedio de 181.4 yardas por pase por juego, y renuencia a lanzar el pase profundo), hay interrogantes respecto a si será la persona correcta para llevar a los Dolphins hasta un nivel de élite.
Miami apuesta a un gran salto en el segundo año. Si Tagovailoa demuestra que puede liderar a este equipo a la pelea de un campeonato, los aficionados podrían entregarse por completos al futuro, con Tagovailoa como líder, como lo hacen con el pasado y Marino.
«Espero que lo haga», dijo Marino. «Sería grandioso para todos, ¿no? Lo más importante es ser tú mismo, ser quien eres y trabajar sin parar. Funcionará».
El enfoque alrededor de Tagovailoa en el receso de temporada ha girado en torno a su confianza. Admitió recientemente que en la temporada pasada «no estuve cómodo mandando jugadas, modificando jugadas, alertando las jugadas», y que «realmente no conocía el libre de jugadas muy, muy bien».
Ambos comentarios generaron amplias críticas de múltiples medios, pero el head coach de los Dolphins, Brian Flores, dijo que se exageró: «Honestamente, creo que simplemente está comparando el año pasado a donde se encuentra ahora, y lo entiendo. Lo comprendo. Recuerdo ser un coach de posición de primer año y saliendo ese año, llegando a la primavera, empezando la nueva temporada y pensando, ‘Pude haberlo hecho mejor el año pasado. Debí hacerlo mejor. Soy mejor ahora'».
Las primeras reseñas a Tagovailoa son positivas, con los Dolphins dirigiéndose al minicampamento obligatorio esta semana. El receptor abierto DeVante Parker dijo de Tagovailoa que «su mecánica y trabajo de pies lucen diferente», además de que el «ovoide sale mucho más rápido». Tagovailoa, listado en 6 pies y 217 libras como novato, también luce más fuerte y más grande. Dijo estar más cómodo con el libro de jugadas y esquema bajo los co-coordinadores ofensivos George Godsey y Eric Studesville. Tagovailoa también dijo que su cadera se siente «10 veces mejor» que en este momento el año pasado, luego de una fractura y dislocación sufrida con Alabama en noviembre del 2019 que puso en riesgo su carrera.
Marino discutió lo que ha visto de Tagovailoa, su perspectiva de cómo ser un quarterback de la NFL ha cambiado desde sus días como jugador (1983-1999) y su propia salud, incluyendo dos recientes cirugías de rodilla y un regreso al plan de Nutrisystem para ayudarle a perder peso.
Tagovailoa ‘posee todo el talento del mundo’
Marino, quien ha trabajado para los Dolphins como consejero especial desde el 2014, conoce mucho acerca de los saltos de segundo año, dado que su segunda temporada, la de 1984, es considerada una de las mejores para cualquier quarterback en toda la historia. También consigue un vistazo de cerca a Tagovailoa y a la ofensiva asistiendo a las prácticas y reuniones a lo largo del año.
«Ha sido grandioso. Ha sido genial. Posee todo el talento del mundo. Ahora, se trata de que desarrolle relaciones con otros jugadores», explicó Marino de Tagovailoa. «Ha sido duro porque no tuvo las actividades organizadas del equipo el año pasado, mucho del campamento de verano o la oportunidad de jugar en partidos de exhibición. Todas esas cosas te van demorando. Les digo, trabaja mucho. Estoy realmente emocionado por él, su futuro, y nuestro futuro como equipo».
El quarterback dejó en claro que no es «Coach Marino«, sino simplemente «alguien que puede ayudar por momentos con mu punto de vista de ciertas cosas».
A lo largo del último año, Tagovailoa dijo que valoró la perspectiva ocasional de Marino en las reuniones de quarterback. Cuenten a Marino entre los que creen que Tagovailoa mostrará gran mejoría.
«Conforme pasa el tiempo, tienes mejor dominio de las cosas. Conoces a tus personas. De eso se tratan las actividades organizadas del equipo, de precisar la sincronía», explicó Marino. «Jugó mucho el año pasado y cuando lo hizo, ganó partidos. Casi nos metimos a los playoffs. Todo eso es positivo. Intentas construir sobre los positivos.
«Realmente quiere ser bueno. En con el tiempo, va a llegar allí porque es el tipo de chico que es».
Marino dice que el juego ha evolucionado bastante desde sus días como jugador.
«Cómo lidiar con las protecciones en la línea de golpeo –las defensivas han cambiado con cargas múltiples y cambios de personal–, hicimos algunas de esas cosas, pero es mucho más complicado hoy de lo que era a inicios de los ’80s», dijo Marino. «Por lo que respecta a lanzar y leer la cobertura, eso no ha cambiado. Siguen siendo 11 tipos contra 11 tipos«.
Marino luego regresa a estos actuales Dolphins. Después de una campaña de 10-6 en la que apenas quedaron fuera de playoffs, existe otro motivo por el optimismo de Marino con respecto a los Dolphins: Flores. Marino jugó para el que posiblemente haya sido el mejor coach de todos los tiempos en Don Shula, así que su perspectiva respecto a Flores es valiosa.
«El coach Flores ha sido increíble», dijo Marino.
«Por lo que respecta a la disciplina y los chicos jugando duro para él, todo está allí. No creo que vaya a cambiar. Ha sido una gran adición para nosotros. Los jugadores lo quieren seguir».
Marino caminó mucho mejor en estos días con un par de rodillas nuevas.
Había pasado más de una década luchando contra ello, pero finalmente cedió, sometiéndose a una cirugía de reemplazo de rodilla en noviembre pasado, y nuevamente en marzo, cuando empeoró el dolor.
«Era por jugar al fútbol americano desde niño. Todas las operaciones, además de jugar en la superficie artificial que era como concreto. Me hicieron todas las intervenciones, pero no había más cartílago. Estaba poniéndose muy feo», según Marino.
«Pero, me siento mejor ahora. Quizás juegue de nuevo. Tengo 59 años de edad. Todavía puedo lanzar una ruta recta».
Hoy, Marino dice estar en mejor lugar. Su tendón de Aquiles, que se rompió en octubre de 1993 en contra de los Cleveland Browns, no fue reparado apropiadamente y todavía le molesta. Pero se hizo las rodillas para poder moverse con sus nietos. Está unas 20 a 25 libras por arriba de su peso de jugador, y tiene la meta para el verano de comer mejor para perder algunas libras.
Hacer la transición desde el fútbol americano puede ser un desafío, admite a Marino. Fue capaz de tener un carril sencillo a un rol de analista con CBS y HBO, y luego consiguió el puesto con los Dolphins, pero cree que la parte más complicada para los jugadores es mantener su salud física y mental fuera de una estructura de equipo.
«Se trata de disfrutar tu vida todos los días», dijo Marino. «Todos tenemos situaciones familiares. Yo estoy atravesando algo con mi hermana ahora donde no es sencillo y no será agradable. Simplemente, debes hacer lo mejor posible, ser tan abierto como puedas, y todo eso de hablar sobre la vida es importante».
Marino admite que todos los ex jugadores hablan acerca de esas tres letras atemorizantes: CTE, las siglas en inglés para la encefalopatía traumática crónica. Dice que ciertamente «te pega en la mente», pero ha sido bendecido de que «no me ha impactado para nada, pero sí impacta a los jugadores. Es parte de nuestra vida, elegimos dedicarnos al juego de fútbol americano».
«Sentado en una reunión aquí o allá, estando alrededor de estos coaches, estando alrededor de la práctica, tratando de impactar el juego de cualquier modo que pueda. Amo el fútbol americano. Soy bendecido en que a mi edad pueda seguir siendo parte de todo», dijo Marino. «Trato de ver mejorar a nuestros Dolphins, llegar a los playoffs y ganar el Super Bowl algún día. Si puedo tener parte pequeña en ello, eso me significaría el mundo».
Por lo que respecta al fútbol americano, disfruta viendo a Tagovailoa y estos Dolphins. Su rol de consejero no le pone demasiado estrés, pero también lo convierte en parte de un equipo en ascenso que parece perfilarse a una aparición de playoffs en el futuro cercano.
CON INFORMACIÓN DE ESPN