La noticia del acuerdo entre Dak Prescott y los Dallas Cowboys implica un enorme triunfo para el quarterback, pero sin duda, también para la institución.
Después de todo, el contrato con el que podrían llegar a un acuerdo, puede ascender hasta los 164 millones de dólares. Además, impondría récords de la NFL con un bono por firmar de 66 millones, y un total de 75 millones de dólares en el primer año.
Además, con dicho acuerdo, finalmente se dejan de lado todas las discusiones son sentido, sobre si Prescott “vale” un salario de acuerdo a lo que el resto de la liga paga a quarterbacks de su calibre, y en cambio, el enfoque pasa ahora a las siguientes prioridades de temporada baja en Dallas.
Los Cowboys llevaban algún tiempo afirmando que Prescott era la mayor prioridad de la franquicia. Sin embargo, no es la única de sus preocupaciones.
La defensiva de Dallas tuvo una muy mala temporada pasada y es que permitió la mayor cantidad de puntos en su historia durante el 2020. El coordinador defensivo Mike Nolan, que apenas había sido contratado la temporada pasada, ya fue despedido, y ahora llega la oportunidad para que Dan Quinn, el ex entrenador en jefe de los Atlanta Falcons, componga a una unidad con poca profundidad en múltiples posiciones.
Probablemente sea necesario reestructurar de nuevo el acuerdo del ala defensiva, DeMarcus Lawrence para posteriormente determinar si Dallas quiere traer de regreso al linebacker veterano Sean Lee, y los esquineros Jourdan Lewis y Chidobe Awuzie, así como el safety Xavier Woods. El siguiente paso, será determinar si hay agentes libres que puedan ser añadidos, y de qué nivel.
Por otra parte, el equipo perdió a Gerald McCoy en la primera práctica equipada, traspasó a Everson Griffen a media temporada, cortó a Ha Ha Clinton-Dix antes de que iniciara la campaña, y dejó libre antes del final de la misma a Dontari Poe y a Daryl Worley. Ninguno de esos nombres veteranos dejó un impacto importante en el equipo, por lo que sería lógico que Dallas decidiera ser más precavido para tomar alguna decisión respecto a sus adquisiciones el próximo 17 de marzo.
Para Dallas había dos pendientes que solucionar durante este receso de temporada del 2021: recompensar a su quarterback franquicia con un contrato acorde al mercado –si es que deseaban conservarlo–, y rearmar su defensiva. La primera tarea, y la más sencilla, por tratarse de solo una persona involucrada, se ha cumplido. La segunda, que involucra un recambio importante en múltiples posiciones será más compleja por lo que probablemente también requiera más tiempo. Pero garantizar a Prescott les da tiempo para la reconstrucción ofensiva, porque aunado a las armas que cuenta a la ofensiva como Amari Cooper, CeeDee Lamb, Michael Gallup, Ezekiel Elliott y Tony Pollard, principalmente, su presencia garantiza que los Cowboys serán capaces de mover el ovoide con mayor eficiencia, y anotar touchdowns con mayor frecuencia.
Definitivamente esta decisión, parece llevar por buen camino a la franquicia entera.